Como si hubiera venido a descansar en tu hogar: este ciervo blanco recostado parece salido de un cuento de invierno. Ideal para colocar sobre una consola, al lado de un libro de villancicos o como parte de un centro de mesa romántica. Su tamaño mediano (29 cm) lo hace versátil: no domina, pero nunca pasa desapercibido. El blanco puro combina con todo: oro, plata, verde, crema. Perfecto para temas blancos, bodas de invierno o hogares que aman la Navidad tranquila. Hecho en poliresina duradera, resiste el almacenaje y mantiene su brillo año tras año. Porque los mejores momentos navideños son los que parecen detenerse en el tiempo.